LA HABANA,
El periodista independiente René Gómez Manzano afirmó que las Damas de Blanco serían dignas merecedoras del Premio Nobel de la Paz debido a “la epopeya” que vienen realizando en Cuba, de exigir pacífica y serenamente, la liberación de sus familiares, presos políticos del régimen comunista desde la Primavera Negra de 2003.
“Ahora que los cristianos de todo el mundo acabamos de celebrar la Semana Santa, no podemos menos que remontarnos dos milenios atrás y recordar que, según el testimonio unánime de los cuatro evangelistas, cuando Nuestro Señor agonizaba en la cruz las que estuvieron fielmente a su lado fueron las mujeres. Por eso, salvando la enorme distancia que media entre lo humano y lo divino, tenemos que proclamar que también las Damas de Blanco han estado junto a los martirizados de hoy”, señaló Gómez Manzano.
En su artículo “Honor a quienes más lo merecen”, el periodista destacó que “sin vistosas medidas organizativas, sin estridencias”, sino “con su sola presencia, con su serenidad, su dulzura y su valor, (las Damas de Blanco) han predicado la unidad”; haciendo frente “a las turbas encanalladas que las injurian por el mero hecho de exigir que suelten a sus maridos, hermanos e hijos injustamente presos”.
Recordó que antes de la Primavera Negra de 2003 –en que el Gobierno comunista apresó a 75 personas, entre periodistas independientes, sindicalistas y opositores pacíficos–, las Damas de Blanco “eran simples amas de casa, ajenas a los trajines de la política a los que se dedicaban sus esposos o hijos”.
En esa ocasión, señaló, el Gobierno creyó “que el mundo callaría, que los familiares de los injustamente condenados aceptarían resignadamente, como había sucedido años atrás. Pero para el régimen, la enormidad del pecado (expresar su oposición pacíficamente), trajo consigo su propia penitencia”. Entonces, recordó que “las que antes se habían conformado con reinar en el hogar, salieron a las calles, solidarizadas en el dolor, con la sublime locura que sólo el amor sabe inspirar”.
Por ello, el periodista afirmó que “sería una injusticia tremenda negarles (a las Damas de Blanco), el premio que se han ganado sobradamente con su actuación verdaderamente histórica”. Ellas, señaló, “se han convertido en las mejores embajadoras de la lucha pacífica que el pueblo cubano libra por su libertad”.