BERLÍN,
El Arzobispo de Bamberg, Mons. Ludwig Schick, recordó que los cristianos, que son una minoría en Turquía, "no pueden ser ciudadanos de segunda o tercera clase", al comentar el triple homicidio de tres cristianos, entre los que se encontraba un alemán, en la localidad turca de Malatya.
Para el también Presidente de la Comisión para la Iglesia Universal de la Conferencia Episcopal Alemana, ya aparte del triple homicidio, "los cristianos deben disfrutar los mismos derechos garantizados por la política, la ley, los medios y la opinión pública".
Asimismo, es necesario garantizar en Turquía la libertad religiosa: "la igualdad de todos los ciudadanos, independientemente de su raza y religión, y la equivalencia de los derechos de las comunidades religiosas en un países, son fuentes de paz y una efectiva protección contra el ataque a las minorías", dijo el Prelado alemán.
"El respeto a los derechos humanos, incluyendo la expresión de la libertad religiosa, es una importante condición para que Turquía avance en Europa", precisó el Arzobispo y exigió al estado turco que explique "la dinámica del crimen lo más pronto posible, y con detalles, para poder así castigar a los culpables".
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