VATICANO,
Miles de fieles y peregrinos se reunieron hoy en la Plaza de San Pedro para rezar con el Papa Benedicto XVI el Regina Coeli, quien desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico recordó que la Paz que trae Cristo no es un equilibrio de fuerzas sino don y fruto del Amor y la Misericordia de Dios.
El Papa definió la Octava de Pascua como “un tiempo espiritual que Dios abrió en el tejido de los días cuando resucitó a Cristo de entre los muertos”.
“Esta renovación del mundo –continuó el Papa- se puede resumir en una palabra: la misma que Jesús resucitado pronunció como saludo, y como anuncio de su victoria, a los discípulos: ‘¡Paz a vosotros!’”.
Sobre tal Paz, el Pontífice agregó que se trata “del don que Cristo ha dejado a sus amigos como bendición destinada a todos los hombres y a todos los pueblos”.
Asimismo destacó que “no es una paz según la mentalidad del ‘mundo’, como equilibrio de fuerzas, sino una realidad nueva, fruto del Amor de Dios y de su Misericordia”.
“Es la paz que Jesucristo ganó con el precio de su Sangre y que comunica a cuantos confían en Él”, concluyó el Papa.