SANTIAGO,
El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, afirmó que la Resurrección de Cristo nos recuerda que "la última palabra no la tiene el odio sino el amor, tampoco la muerte pero sí la vida", porque Dios, que "es bueno y poderoso".
En el texto titulado "Pascua de Resurrección", el Purpurado recordó que ese fue el mensaje que el Papa Juan Pablo II dio hace 20 años a los jóvenes chilenos. Aquella vez, relató, el entonces Pontífice afirmó que la causa de "los síntomas de debilidad, de enfermedad y aún de muerte espiritual en nuestra sociedad", es "la maldad del propio corazón" que, a través de la "comunión en el pecado", trae "gravísimas implicancias sociales".
"A ese mundo juvenil, y a todo Chile que seguía sus pasos día a día, minuto a minuto, el Peregrino de la Paz le habló de Cristo como autor de la vida. Nos narró la resurrección de la hija de Jairo", explicó el Cardenal Errázuriz.
Al explicar dicho pasaje bíblico, el Purpurado llamó a pedir con insistencia a Cristo, porque El "espera el salto de la confianza, el que dio María en la hora de la Anunciación, creyendo que para Dios no hay bien alguno que sea imposible".
"Cuando lo tratamos con fe, con esperanza, al menos con el deseo de creer en El, Jesús se viene con nosotros. Nos escucha siempre, y nos pide que abramos nuestro espíritu y nuestros proyectos a su presencia, a su palabra y a su compañía", afirmó.
En ese sentido, señaló que con aquel "Contigo hablo, ¡levántate!" que el Señor dijo a la hija de Jairo, Cristo "nos invita a escuchar los latidos de la vida nueva en nuestro interior, de la verdad en nuestra mente, de los proyectos solidarios en nuestro corazón y en nuestras manos, y los latidos de la confianza y de la fidelidad en el hogar".