Durante la homilía de la solemne celebración del Domingo de Ramos, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, defendió enérgicamente el derecho de la Iglesia a manifestar su opinión públicamente, especialmente ante las amenazas o los ataques contra la vida; a la vez que pidió a los fieles laicos actuar y proclamarse en favor del derecho a vivir.
Tanto durante la homilía en la Catedral Metropolitana como en un enérgico mensaje leído después del acto litúrgico, el Cardenal Rivera rechazó todo intento por legalizar el asesinato de los no nacidos en el vientre de la madre.
“Haciendo eco de las enseñanzas del magisterio tradicional y oficial de la Iglesia, Juan Pablo II vuelve a repetirle al hombre de hoy su reprobación de todo lo que se opone a la vida”, dijo el Purpurado, al recordar el segundo aniversario de la partida a la Casa del Padre del Siervo de Dios Juan Pablo II.
Tal es el caso de “los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio asistido”, dijo el Cardenal citando al Papa Juan Pablo.
“El recordado Juan Pablo II se opuso a todo lo que viola la integridad de la persona, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales e incluso los intentos de coacción psicológica que ofende a la dignidad humana”, dijo el Cardenal Rivera; y recordó que el hoy Siervo de Dios “denunció siempre la ignominia y gravedad del aborto al denominarlo un ‘crimen nefando’ y subrayó la gravedad moral de este tema pues, dijo, se trata de un homicidio”.
Enérgico comunicado