MADRID,
El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Cardenal Antonio Cañizares, criticó hoy duramente la "cultura de la muerte legalmente establecida" y precisó que "necesitamos que las legislaciones abortistas, que las legislaciones en pro de la eutanasia, que las legislaciones que llevan a manipular el embrión, no tengan lugar en una sociedad que sea verdaderamente digna del hombre, en una cultura de la vida".
"Si hoy, con razón, nos avergonzamos de los tiempos de la esclavitud, que entonces se justificaba legalmente, no tardará en llegar un día en que nos avergonzaremos y arrepintamos de esta cultura de muerte, también legalmente establecida, y se pedirá con gran voz que tales legalizaciones de muerte sean abolidas en las legislaciones de una humanidad en progreso", continuó.
Si la Iglesia no calló ante las injusticias sociales del pasado, aún no superadas, dijo el Purpurado toledano, menos aún lo puede hacer hoy cuando "en tantas partes del mundo hay injusticias y opresiones más graves, consideradas como elementos de progreso de cara a la organización de un nuevo orden mundial".
"Sin duda la injusticia más grave que corroe actualmente es esa gran multitud de seres humanos, débiles e indefensos, que están siendo aplastados en su derecho fundamental a la vida, porque, sin eso no hay orden mundial, un nuevo orden que algunos tratan de imponer a pesar de que sea tan contrario a la vida", denunció el Cardenal Cañizares.
Para el Arzobispo de Toledo, "el mundo actual trata de apagar o de poner sordina a tan importante mensaje, son las campañas y la trompetería de los embajadores y servidores de la cultura de la muerte y del miedo al futuro". "No hay democracia y no hay paz en una cultura de muerte', por lo que 'el aborto, la eutanasia, el suicidio, la manipulación genética y el terrorismo nunca, ni por nada, ni en ninguna circunstancia es justificable", precisó.
"Es necesario que nos demos cuenta de lo que ha sucedido cuando se ha pretendido hacer una sociedad solo marcada por el progreso material, por un futuro asentado sobre ideologías donde la vida no cuenta", dijo y concluyó recordando "lo que fue el comunismo real de los países del Este y lo que fue la Alemania nazi, donde el hombre no contaba".