ROMA,
Al acercarse la clausura de la fase diocesana del proceso de canonización del recordado Siervo de Dios Juan Pablo II, el Cardenal Camillo Ruini, Vicario del Papa Benedicto XVI para la diócesis de Roma, destacó que "la santidad de Juan Pablo II es un hecho transparente que todos hemos reconocido".
En entrevista concedida a Radio Vaticano, el Purpurado italiano recordó la figura del amado Pontífice al acercarse la celebración del segundo aniversario de su tránsito a la Casa del Padre y destacó "la gran afluencia de personas a su tumba. Una peregrinación incesante, que es un testimonio de una relación profunda que dura en el tiempo".
Seguidamente el Cardenal subrayó que "Juan Pablo II ha seguido personalmente a Jesús, por eso su invitación es sumamente creíble y acogida, porque él ha sido el primer ejemplo viviente" de este seguimiento.
Al responder una pregunta sobre lo que le impacta entre la relación de los habitantes de Roma y el Siervo de Dios, el ex Presidente de la CEI comentó que le "llama la atención la inmediatez del sentimiento: de una parte el Papa, que como he leído en el libro publicado hace muy poco por el Cardenal Dziwisz, que fue su secretario, cada noche, antes de cerrar las ventanas de su cuarto, bendecía su ciudad; y por otra parte el sentimiento inmediato del pueblo romano que tantas veces se encontró en sus parroquias con el Papa cuando las visitaba en distintas circunstancias".
Al comentar la relación entre la Iglesia en Italia y Juan Pablo II, el Cardenal Ruini, que sirviera como Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana durante 15 años, indicó que esta relación era de una "fe exigente. Juan Pablo II tenía una gran fe en la Iglesia italiana, pero exigía también que ésta aceptara plenamente los desafíos de la nueva evangelización y que fuese protagonistas de ésta en Europa".
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