BRUSELAS,
La parte católica de un matrimonio mixto debe tener "la voluntad de no abandonar la fe y hacer todo lo que esté en sus manos para bautizar y formar a los hijos en la Iglesia Católica", indicaron los obispos reunidos en el 7° Encuentro de Presidentes de las Conferencias Episcopales del Sudeste Europeo, que se realizó en Oradea (Rumania).
Tras recordar que los matrimonios mixtos son una realidad "extremadamente vívida" en el sudeste europeo, en donde católicos, ortodoxos y musulmanes viven juntos, los prelados señalaron que estos matrimonios se "están extendiendo por toda Europa, como consecuencia del poderoso fenómeno de la migración".
"La tradición de la Iglesia Católica prioriza los matrimonios entre católicos, no solo como una forma de preservar y manejar la fe de la familia, sino sobre todo por el interés de la comunidad casada misma", prosiguieron.
Sin embargo, precisaron los obispos, se "autoriza los matrimonios mixtos y los matrimonios con diferencias de culto, teniendo como premisa que la novia y el novio tengan la voluntad de no abandonar la fe y hacer todo lo que esté en sus manos para bautizar y formar a los hijos en la Iglesia Católica".
En relación a los matrimonios de católicos con ortodoxos, los prelados precisaron que si bien "existe la base fundamental que es una fe compartida", "no comparten la misma perspectiva teológica sobre la naturaleza sacramental del matrimonio y como consecuencia su aproximación a la estabilidad matrimonial y el divorcio son diferentes, también".
Al referirse a los matrimonios entre católicos y musulmanes, los obispos europeos advirtieron de sus posibles problemas y riesgos como "la indiferencia religiosa, las separaciones, la dependencia de las familias, las imposiciones con frecuencia sobre las mujeres, el aislamiento del propio grupo étnico, la pérdida de la identidad y los problemas para educar a los hijos".