BUENOS AIRES,
El Obispo de Zárate-Campana, Mons. Oscar Sarlinga, llamó a los feligreses a poner a la oración las alas del ayuno y la caridad, y recordó que "la penitencia del tiempo de Cuaresma no debe ser solamente interior y personal, sino también exterior y social".
"Todos nos tenemos que recordar a nosotros mismos que las meras declaraciones de principios no son suficientes en la Cuaresma. De ahí que sea necesario y saludable que nos acordemos de que somos los ‘administradores’ de los dones de Dios y de que ‘la penitencia del tiempo de Cuaresma no debe ser solamente interior y personal, sino también exterior y social’", recordó el Prelado en su carta para este tiempo litúrgico.
En ese sentido, llamó a "mirar en nuestro interior para conocernos mejor" y así "comprender lo más posible los misterios de Cristo y de la religión cristiana".
Mons. Sarlinga advirtió que "el pecado no es algo abstracto", sino primero una actitud interior muy concreta de la cual emerge, como primera expresión, "la soberbia", manifestada en la autosuficiencia. "De la soberbia y la autosuficiencia provienen el egoísmo, la obstinación, la jactancia, el ansia de predominio sobre los demás", entre otros males, señaló.
El Prelado advirtió que en una persona afectada por estos males no puede florecer "la justicia y la caridad, y menos la paz". Por ello, invitó a buscar ayuda en la oración, "convalidada por una mayor disponibilidad al sacrificio y también a la renuncia generosa a alguna cosa nuestra".
"Es el consejo antiguo de ese gran maestro de la vida espiritual que fue el Obispo San Agustín: ¿Quieres que tu oración vuele hacia Dios?, preguntó. Ponle dos alas: el ayuno y la limosna", recordó.