VATICANO,
Al recibir esta mañana al Cardenal James F. Stafford, Penitenciario Mayor de la Penitenciaría Apostólica, junto a los padres confesores de las basílicas papales de Roma, el Papa Benedicto XVI urgió a los fieles del mundo a redescubrir el Sacramento de la Confesión.
En su discurso, el Pontífice afirmó que el confesor, “con una dócil adhesión al Magisterio de la Iglesia se hace ministro de la consoladora misericordia de Dios, resalta la realidad del pecado y manifiesta al mismo tiempo la ilimitada potencia renovadora del amor divino, amor que restituye la vida".
“Experimentando la ternura y el perdón del Señor –continuó–, el penitente se siente más fácilmente impulsado a reconocer la gravedad del pecado, más decidido a evitarlo para crecer en la renovada amistad con Él".
Tras poner de relieve que el confesor es “un instrumento activo de la misericordia divina”, Benedicto XVI subrayó que "es necesario que además de una buena sensibilidad espiritual y pastoral tenga una seria preparación teológica, moral y pedagógica que le haga capaz de comprender las vivencias de la persona”.
“Además, le es muy útil que conozca los ámbitos sociales, culturales y profesionales de quienes se acercan al confesionario, para poder ofrecer consejos idóneos y orientaciones espirituales y prácticas”, agregó.
El Papa señaló que el sacerdote no debe olvidar que en el sacramento de la Penitencia “es padre, juez espiritual, maestro y educador", lo cual, dijo, “exige una constante actualización".