VATICANO,
Al reanudar las catequesis sobre las primeras figuras del cristianismo, el Papa Benedicto XVI habló sobre los tres principales colaboradores de San Pablo –Bernabé, Silas y Apolo– y recordó que todos los hombres estamos llamados a la santidad.
“El apóstol –dijo el Santo Padre– es un ejemplo elocuente de hombre abierto a la colaboración en la Iglesia no quiere hacer todo solo, sino que se sirve de colegas numerosos y diversificados”.
De Bernabé, el Pontífice explicó que fue uno de los primeros judíos que abrazó el cristianismo y se hizo garante de la conversión de Pablo ante los cristianos de Jerusalén que desconfiaban de su antiguo perseguidor”.
El Papa recordó que Pablo y Bernabé “tuvieron contrastes al principio del segundo viaje misionero porque Bernabé quería llevar como compañero al joven Juan Marcos, mientras Pablo no quería”.
“Se ve que también entre los santos hay contrastes, discordias y controversias”, comentó el Santo Padre; y agregó que “los santos son personas como nosotros y esto es algo que me consuela. Los santos no cayeron del cielo ya santos, eran hombres como nosotros, con problemas a veces muy complicados”.
“La santidad no consiste en no haberse equivocado ni pecado nunca, crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento de volver a empezar y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón”, agregó el Papa.