VATICANO,
Al recordar la fiesta litúrgica de Santo Tomás de Aquino, el Papa Benedicto XVI destacó a este santo como símbolo de armonía entre la fe y la razón.
Con su carisma de filósofo y teólogo, este gran doctor de la Iglesia ofrece un modelo válido de armonía entre fe y razón, dimensiones del espíritu humano, que se realizan plenamente en el encuentro y el diálogo entre sí”, dijo el Santo Padre.
EL Pontífice recordó luego que en el pensamiento de Santo Tomás, “la razón humana, por así decir ‘respira’: se mueve, es decir, en un horizonte amplio, abierto, donde puede expresar lo mejor de sí”
“En cambio –advirtió-, cuando el hombre se reduce a pensar sólo en los objetos materiales y experimentables se cierra a los grandes interrogantes de la vida, respecto de sí mismo y de Dios, se empobrece”.
Por ello, “la relación entre fe y razón, constituye un serio desafío para la cultura actualmente dominante en el mundo occidental y, precisamente por esto, el amado Juan Pablo II ha querido dedicarle una Encíclica, titulada precisamente “Fides et Ratio” Fides et ratio – Fe y Razón. Yo también e retomado este mismo argumento recientemente, en el discurso en la Universidad de Regensburg”, señaló el Papa.
Benedicto XVI señaló que “el desarrollo moderno de la ciencia trae innumerables efectos positivos, que deben ser reconocidos. Sin embargo, al mismo tiempo, es necesario admitir que la tendencia a considerar verdadero sólo aquello que es experimentable constituye una limitación de la razón humana y produce una terrible esquizofrenia, por la cual conviven racionalismo y materialismo, hipertecnología e instintividad desenfrenada”.