Ecuador espera próxima canonización de Narcisa de Jesús

Se trata del caso de Edelmina Arellano, que por intercesión de la Beata, recibió de Dios en 1992 la “restitución completa del defecto anatómico, congénito, de manera imprevista, completa y duradera, científicamente inexplicable”.

Edermina nació sin su órgano genital; y se curó inexplicablemente a la edad de 7 años, luego de que su madre acudió al santuario de Narcisa y orara por la salud de su hija. Ese mismo día la niña acudió al consultorio del médico que trataba su caso, quien constató que su condición física era, de pronto y sin explicación médica, completamente normal.

Su vida

Narcisa nació el 29 de octubre 1832, en Nobol, Ecuador. Sus padres eran agricultores y buenos cristianos. Durante su juventud se desempeñó como costurera y manifestó un gran amor a la oración.

La beata pasó su vida en familia, dedicada a las tareas domésticas y a la costura, buscando una atmósfera de caridad, alegría y paz entre sus ocho hermanos. Luego de la muerte de su madre, se encargó de educación de sus hermanos menores.

Devota de su compatriota Santa Marianita de Jesús, emigró a Guayaquil donde se dedicó al apostolado con niños y jóvenes abandonados. Vivió en Cuenca y luego en Lima, Perú, donde residió hasta su muerte el 8 de diciembre de 1869.

En 1955 su cuerpo incorrupto fue trasladado desde Perú a Guayaquil, y en 1972 regresó a Nobol, su tierra natal. Narcisa fue beatificada el 25 de octubre de 1993 por el Papa Juan Pablo II junto a los mártires de Barbastro.

En el Vaticano existen actualmente otras tres causas de ecuatorianos: la del cuencano Julio María Matovelle, Juan María Riera (quinto Obispo de Guayaquil) y el P. Emilio Moscoso, muerto por la fe en Riobamba.