VARSOVIA,
Tras concluir una reunión extraordinaria convocada para analizar las consecuencias de la reciente renuncia del Arzobispo electo de Varsovia, Mons. Stanislaw Wielgus, la Conferencia Episcopal de Polonia anunció una jornada de penitencia y conversión para el Miércoles de Ceniza, el próximo 21 de febrero.
En un comunicado dado a conocer este domingo, los obispos polacos señalan que han seguido “dolorosamente las acusaciones” de colaboracionismo con el pasado régimen comunista realizadas contra Mons. Wielgus.
“Esto ha causado una ola de inquietud e incluso de desconfianza hacia el nuevo ministro y han surgido divisiones en la comunidad de creyentes”, señalan los obispos polacos; quienes agradecen al Papa Benedicto XVI “por su paternal ayuda”; así como al Nuncio Apostólico, Mons. Jozef Kowalczyk, “por su fraterna y competente ayuda”.
El comunicado del Episcopado polaco señala que, al aceptar la decisión del Arzobispo Wielgus de renunciar, “no nos corresponde juzgar a un hombre, a un hermano que ha servido a la Iglesia de manera fiel y celosa”.
“Queremos apoyar al Arzobispo con nuestra oración en la plena clarificación de la verdad”, agrega.
Respecto de los documentos existentes que conectan a personalidades públicas, incluyendo de la Iglesia, al pasado régimen comunista y a sus servicios secretos, los obispos señalan que “la lectura unilateral de documentos creados por funcionarios del aparato represivo de un estado comunista, hostil a la Iglesia, puede dañar seriamente al pueblo, destruir los lazos de confianza social y como consecuencia, convertirse en una victoria póstuma de un sistema inhumano, en el cual nos vimos obligados a vivir”.