PANAMÁ,
La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) emitió hoy un comunicado en el que pide a gobernantes y políticos participar en el Plan Nacional de Desarrollo, consideran la reciente consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús como “signo del compromiso de renovar nuestra sociedad” y piden al Gobierno dar a conocer los textos aprobados del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Al finalizar su 178° Asamblea Ordinaria, los prelados panameños expresaron su dolor por “las familias de las víctimas tanto por el uso de medicamentos intoxicados como por el incendio del autobús en el mes de octubre recién pasado”, señalaron que “ambos casos reflejan la falta de responsabilidad y vocación de servicio de los funcionarios encargados de garantizar la seguridad de la población”, y pidieron la revisión de la “ley de transporte, hasta alcanzar un nuevo instrumento legal eficaz y alejado de todo interés particular”.
Seguidamente, solicitaron que ante la aprobación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, se tenga en cuenta “el indicador moral de los acuerdos” que “debería ser el modo de lograr un efecto positivo en la vida y dignidad de las familias y de los trabajadores pobres y vulnerables” al tiempo que exigieron al Gobierno dar a conocer “el texto de los acuerdos aprobados, ya que es un derecho de la comunidad”.
En relación al plan de desarrollo nacional, la CEP exhorta a los “gobernantes, dirigentes sociales y partidos políticos a participar en la presente iniciativa de concertación y desarrollo nacional con una clara visión de país y opción por los pobres, que garantice las condiciones de justicia y equidad que demanda toda la población panameña”.
Después de expresar su preocupación por la posible alza de las tarifas eléctricas y solicitar al gobierno intervenir para encontrar una adecuada solución, los obispos panameños pidieron “la modificación de la legislación nacional en materia de migración y refugio para lograr un mayor respeto de la dignidad humana de estas poblaciones vulnerables”, como los “indígenas, mujeres y niños, víctimas de abusos de personas que se aprovechan de su situación de desventaja para violar sus derechos humanos y laborales”.
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