CARACAS,
Mons. Roberto Lückert León, Arzobispo de Coro y blanco principal de las diatribas que Hugo Chávez lanzó contra la Iglesia el miércoles durante la ceremonia de toma de posesión de su tercer mandato, explicó que el objetivo del mandatario es descalificar a la Iglesia como voz crítica.
Durante su instalación como Presidente reelecto de Venezuela, Chávez volvió a pronunciar uno de sus habituales discursos erráticos improvisados en los que anunció el camino “irreversible” al socialismo, declaró a Jesús “uno de los grandes socialistas de la historia” y dijo que pretendía buscar la reelección sin límites para no dejar el gobierno.
“El Estado respeta a la Iglesia, la Iglesia debe respetar al Estado, yo no quisiera volver a los tiempos de la confrontación con los obispos, pero no es mi elección, es de los obispos venezolanos, yo estaré aquí con mi fuego, defendiendo al Estado Venezolano”, dijo Chávez en su discurso.
Posteriormente criticó duramente a Mons. Lückert, a quien señaló como “ejemplo de la oligarquía en la Iglesia Católica venezolana”.
“El monseñor Lucker (sic) me va a esperar a mí en el infierno, él no va a ir para el cielo, él va a ir para el infierno, estoy seguro que para el cielo no va y yo no creo que vaya”, dijo Chávez.
“¡Cómo le encanta atropellar la verdad, decir mentiras, atropellar a la figura del jefe del Estado, él es feliz así! Que sea feliz, Monseñor y que Dios lo perdone porque yo creo que ese no es el camino de Cristo, es el camino de la mentira, de la maldad, de la infamia. Perdónalo, Señor, que quizá no sabe lo que dice”, agregó.