VATICANO,
Al reunirse esta mañana en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano con los 175 miembros del Cuerpo Diplomático, el Papa Benedicto XVI señaló los tres grandes desafíos que enfrenta el mundo de hoy: el hambre, la carrera armamentista, los atentados contra la vida humana y las migraciones.
El Pontífice comenzó su discurso señalando que el inicio del año “invita a mirar la situación internacional para examinar los retos que debemos afrontar juntos”.
El Pontífice mencionó primero “el escándalo del hambre, que tiende a agravarse, es inaceptable en un mundo que dispone de bienes, de conocimientos y de medios para subsanarlo”.
“Esto –agregó– nos impulsa a cambiar nuestros modos de vida y nos recuerda la urgencia de eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial, y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente y un desarrollo humano integral para hoy y sobre todo para el futuro”.
En este contexto, el Pontífice invitó “de nuevo a los responsables de las naciones más ricas a tomar las iniciativas necesarias para que los países pobres, que a menudo poseen muchas riquezas naturales, puedan beneficiarse de los frutos de sus propios bienes”.