VATICANO,
Miles de feligreses y peregrinos se dieron cita en la Plaza de San Pedro este mediodía para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien introduciendo la oración mariana exhortó a los presentes a conservar un corazón abierto y una espera vigilante alimentada por la oración y por el amor.
“En el Adviento la liturgia nos repite frecuentemente y nos asegura que Dios ‘viene’: Viene para estar con nosotros”, fueron las palabras con las que el Pontífice hizo referencia al tiempo litúrgico que inicia este domingo.
El Papa recordó también que en este tiempo “Dios viene a vivir en medio de nosotros, a vivir con nosotros y en nosotros; viene a colmar las distancias que nos dividen y nos separan; viene a reconciliarnos con Él y entre nosotros”.
“Viene a la historia de la humanidad a tocar a la puerta de cada hombre y de cada mujer de buena voluntad, para traer a los individuos, a las familias y a los pueblos el don de la fraternidad, de la concordia y de la paz”, agregó.
Asimismo el Santo Padre definió el Adviento como “el tiempo de la esperanza, en la cual los creyentes en Cristo están invitados a permanecer en una espera vigilante y operosa, alimentada por la oración y por el compromiso del amor”.
Más adelante exhortó a los presentes a “mirar a María Santísima, y a encaminarnos idealmente junto con Ella hacia la Gruta de Belén” para poder “vivir en el modo más auténtico y fructuoso este tiempo”.