MADRID,
El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y Obispo de Bilbao, Mons. Ricardo Blázquez Pérez, señaló que la familia y la educación son "dos realidades vitales para la sociedad y la Iglesia", durante su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria del Episcopado que se celebrará hasta el 24 de noviembre.
Luego de recordar la inmensa bendición que significó para la Iglesia en España y las familias de todo el mundo la visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad de Valencia para el V Encuentro Mundial de las Familias, el Prelado recordó las palabras del Santo Padre cuando decía que "mi deseo es proponer el papel central para la Iglesia y la sociedad, que tiene la familia fundada en el matrimonio. Esta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría".
Durante su alocución titulada "Familia, vive y transmite la fe", el Presidente de la CEE precisó, como dijera el Pontífice en Valencia, que los padres son "los primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe, uniendo así dos realidades vitales para la sociedad y la Iglesia, a saber, la familia y la educación. El lenguaje de la fe se aprende en los hogares donde esta fe crece y se fortalece a través de la oración y de la práctica cristiana".
"Podemos quizá resumir el contenido y el tono de los discursos del Papa de la manera siguiente: Expuso la verdad del matrimonio como institución de la humanidad y como sacramento cristiano, y el sentido humanizador y evangelizador de la familia, con transparencia y profundidad, con respeto y amabilidad; ha invitado a protegerlos y cuidarlos como un tesoro", aseguró Mons. Blázquez.
"En la proclamación de la verdad, conocida por la razón y la fe, sobre el matrimonio y la familia va incluida la llamada a la reflexión y a la eventual reorientación. Su actuación serena, humilde, acogedora y abierta han sido una especie de bálsamo que suavizó muchas relaciones", dijo el Obispo de Bilbao.
"Miles de familias con sus hijos proclamaron con gratitud y esperanza, con su presencia y testimonio: ¡Es posible la fidelidad, es posible envejecer juntos quienes unieron sus vidas en el sacramento del matrimonio, es posible transmitir generosamente la vida y educar a los hijos como personas y como cristianos!", manifestó el Prelado.