VATICANO,
Al recibir hoy en el Vaticano a los miembros del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Papa Benedicto XVI destacó los avances y acontecimientos que han favorecido el movimiento ecuménico en las últimos décadas y señaló los obstáculos a ser resueltos para lograr el “objetivo inmutable” de lograr la unidad plena y visible de la Iglesia.
En audiencia con los participantes en la sesión plenaria del Pontificio Consejo que ha estado dedicada al tema "La situación ecuménica en mutación", el Santo Padre hizo notar que pese a que los grandes cambios del mundo repercuten también en la Iglesia, "el objetivo del movimiento ecuménico es inmutable: la unidad visible de la Iglesia”. En este sentido, recordó que el Concilio Vaticano II “consideró una de sus metas principales el restablecimiento de la unidad plena entre todos los cristianos y esta meta es también la mía”.
En su alocución, el Pontífice recordó "el aula del Concilio, donde los observadores delegados de las otras iglesias y comunidades eclesiales estaban atentos pero silenciosos. Esta imagen ha cedido el paso en las décadas sucesivas a la realidad de una Iglesia en diálogo. El silencio se ha transformado en palabra de comunión. Se ha llevado a cabo un trabajo enorme en el ámbito universal y local. Se ha vuelto a descubrir y a restablecer la fraternidad entre todos los cristianos como condición de diálogo, de cooperación, de oración común y de solidaridad”.
Al referirse a los esfuerzos en favor del ecumenismo de Juan Pablo II, el Santo Padre rememoró "la experiencia de comunión vivida con los representantes de otras iglesias y comunidades eclesiales” en el funeral de su predecesor y en la inauguración de su pontificado. “La participación en el dolor y la alegría es signo visible de la nueva situación entre los cristianos”, comentó.
Avances y obstáculos
Al señalar los acontecimientos que en las últimas décadas han repercutido en el ecumenismo, el Papa recordó que “muchas de las veneradas iglesias de Oriente vivían en condiciones de opresión a causa de regímenes dictatoriales y hoy han recuperado la libertad y están dedicadas a un amplio proceso de reorganización y revitalización. La parte oriental y occidental de Europa se acercan y esto estimula a las iglesias a coordinar sus esfuerzos para la salvaguardia de la tradición cristiana”.