VATICANO,
Antes de rezar el tradicional Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI dijo que el “drama” y “escándalo” del hambre, exige transformar el modelo de desarrollo global y que cada persona y familia adopten “un estilo de vida y consumo compatible con salvaguardar la procreación y el criterio de justicia”.
Refiriéndose el último informe anual de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), que indica que unas 800 millones de personas en el mundo viven en estado de desnutrición, situación que afecta principalmente a los niños que “mueren de hambre”, el Santo Padre se preguntó “¿cómo afrontar esta situación que, incluso habiendo sido denunciada en repetidas ocasiones, no se resuelve, es más, en algunos aspectos se agrava?”.
“Hace falta eliminar las causas estructurales ligadas al sistema de gobierno de la economía mundial, que destina la mayor parte de los recursos del planeta a una minoría de la población”, respondió el Pontífice.
Sobre el particular, el Papa señaló que “para incidir a gran escala es necesario transformar el modelo de desarrollo global; lo requieren ahora no sólo el escándalo del hambre, sino también las emergencias ambientales y energéticas”.
Sin embargo, el Obispo de Roma precisó que no se trata de un cambio estructural solamente sino que exige una conversión personal y familiar: “Cada persona y cada familia puede y debe hacer algo para aliviar el hambre en el mundo, adoptando un estilo de vida y de consumo compatibles con la salvaguarda de la creación y con criterios de justicia hacia quien cultiva la tierra en cada país”.
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