TOLEDO,
El Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, recordó al clausurar la 40º Semana Social de España que se logrará una humanidad nueva solo si Dios vuelve a ser el centro de cada vida.
"Debemos volver a Dios, tenerle a Él en el centro de nuestras vidas y en la realidad donde nuestro corazón está puesto, descansa, se apoya y vive. Así es como podrá surgir una humanidad nueva, una cultura de la convivencia. Sin Dios no hay futuro para el hombre, se destruye el fundamento de toda convivencia entre los hombres que radica en el amor", advirtió en la Misa con la que concluyó el evento.
"Esto es lo fundamental y prioritario, irrenunciable. Al hombre de nuestro tiempo, desgarrado y dividido por tantas divisiones internas y externas, por tantos fragmentos de verdad, sin encontrar su tan necesitada unidad, es preciso ofrecerle aquello esencial que requiere dar sentido a su vida y orientar su existencia, personal y comunitaria, por el camino certero de la verdad, que se realiza en el amor y nos hace libres en la comunión de amor", añadió.
Según el Purpurado "no hay prioridad ni imperativo más urgente para los cristianos que se pueda anteponer a ésta: la prioridad del testimonio del Dios vivo el estar ‘centrados’ en el primer desafío que tenemos de creer realmente y dar testimonio del Dios vivo. Todo lo demás está subordinado a este esencial, apremiante e imprescindible testimonio de Dios vivo".
Asimismo, consideró que "la enseñanza constante del Papa Benedicto XVI, desde el inicio de su pontificado, es un constante apelar a este testimonio de Dios, a centrar la vida en Dios, a advertir sobre la ruina que le adviene al hombre, a la humanidad, cuando se aleja de Dios o hace que no cuente".
"Desde su primera homilía en el inicio solemne de su ministerio petrino, hasta su viaje apostólico a Baviera, su tierra natal, pasando por su gran Encíclica ‘Dios es amor"’, es una permanente y apremiante llamada a que los hombres vuelvan a Dios. Ahí se juega todo. Eso es lo esencial", reiteró.