MADRID,
El Arzobispo de Valladolid, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, criticó la actual tendencia del Gobierno socialista español que busca mostrarse como progresista "en todo y quiere ignorar algunas cuestiones que le parecen baladíes, pero que afectan profundamente a la moralidad humana" que es en su opinión "muy importante".
En su carta titulada "¿Leyes Progresistas?", el Prelado criticó al nuevo proyecto de Ley de Investigación Biomédica, promovido por el Gobierno que "determina, sin ninguna justificación científica, un momento en el que el ‘producto’ de la fecundación humana puede ser considerado ‘embrión’: el día decimocuarto. Hasta entonces hay que considerarlo ‘preembrión’, producto que no merece la protección debida a la vida de un ser humano".
Seguidamente destacó que esta diferencia la hace el Gobierno, con lo cual se convierte en un "Proyecto de Ley ‘progresista’, y parece que eso basta. ¿Lo es? En absoluto, pues no tiene ningún fundamento científico ni antropológico llamar a la misma realidad ‘preembrión’ y más tarde ‘embrión’".
Asimismo, explicó que el Gobierno socialista se preocupa solamente de ser progresista y no toma en cuenta que debe "legislar para todos y no solo por y para las mayorías efímeras, porque en este caso están en juego vidas humanas" y no es correcto que los embriones "pasen a convertirse en mero material de investigación, dando vía legal a la mal llamada clonación terapéutica".
Al referirse a la "reproducción terapéutica", el Arzobispo indicó que con este procedimiento "se concibe un hijo sano –me gusta más esta expresión y no la de reproducción humana– que pueda actuar como donante de células del cordón umbilical para su hermano gravemente enfermo y, de esta forma, salvarle la vida. Buenísimo, ¿verdad?, y además progresista. Pero, ¿qué pasa con los embriones eliminados no sanos? Nada; según nuestro Gobierno, son ‘preembriones’. Hay que ser progresista".
Finalmente, el Arzobispo manifestó que espera "que nadie nos impida decir, con palabras de Benedicto XVI, que la resistencia de la Iglesia no es en modo alguno contra la ciencia, sino solo ‘ante las formas de investigación que incluyen la eliminación programada de seres humanos ya existentes, aunque no hayan nacido" que han sido condenadas en el pasado por estar "privadas de Dios" y de humanidad.