NUEVA YORK,
Durante el discurso pronunciado ayer durante la 61° Asamblea de las Naciones Unidas, el Observador permanente de la Santa Sede, Mons. Celestino Migliore, advirtió que el concepto de "salud reproductiva" no debe convertirse en un instrumento para impulsar el aborto, sino para reducir la mortalidad materna.
Al comentar el reciente informe del Secretario General de la ONU sobre el proceso de reforma del organismo, Mons. Migliore recordó que la reforma “no es un evento sino un proceso, y este año marca una importante ocasión para asegurar que tal proceso continúa”.
El Arzobispo respaldó la necesidad de la ONU como un organismo capaz de prevenir conflictos y proteger a los agredidos, y recordó la preocupación de la Santa Sede por “el estancamiento de las negociaciones multilaterales sobre desarme y no proliferación de armas”.
El Observador permanente de la Santa Sede puso el mayor énfasis, sin embargo, en destacar que “el Documento Final de la Cumbre Mundial fue cuidadosamente negociado y fue un texto bien redactado con el fin de equilibrar posiciones fuertemente defendidas”.
“Por lo tanto, –continuó– es de la más alta importancia que al implementar este documento, aseguremos el respeto necesario para que el delicado equilibrio se mantenga. Con este fin, es importante reafirmar que ‘asegurar acceso a la salud reproductiva para el 2015’, como aparece en el párrafo 24, fue visto por nuestro líderes como un medio para alcanzar el objetivo de reducir la mortalidad materna en vez de ser un objetivo en y por sí mismo”.
El comentario del Prelado se refirió claramente al esfuerzo de las organizaciones feministas y abortistas para incluir el término “salud reproductiva” como un eufemismo del aborto, y lograr así imponerlo mundialmente para el 2015.