La Corte Suprema escuchará esta semana un pedido para revertir su histórico fallo sobre el caso Doe vs. Dolton de 1973, que legalizó el aborto por "motivos de salud" desde la concepción hasta el noveno mes de gestación. La razón: La demandante asegura que la engañaron y nunca quiso someterse a un aborto.
Por años Sandra Cano, bajo el seudónimo judicial de Mary Doe, ha afirmado que fue utilizada por una abogada abortista que quiso aprovechar su dramática situación para exigir la despenalización del aborto en las cortes estadounidenses. Esta semana tendría la oportunidad de ser escuchada por el máximo órgano judicial del país.
En 1973, Sandra tenía 22 años de edad, estaba embarazada de su cuarto hijo y buscaba divorciarse de su esposo acusado de abuso de menores. El Servicio Social le había quitado sus tres hijos mayores y los tenían en hogares temporales. La mujer estaba desesperada y buscó ayuda en los Servicios de Ayuda Legal.
Aquí le ofrecieron resolver sus problemas, obtener el divorcio y recuperar la custodia de sus hijos a cambio de que aceptara abortar al bebé que esperaba. Sandra no aceptó la propuesta, pero la abogada Margie Pitts Hames de la American Civil Liberties Union (ACLU) la hizo firmar un papel con engaños y empleó su caso para exigir la despenalización del aborto en una corte local.
La jugada prosperó, se legalizó el aborto, pero Sandra nunca se sometió a ese procedimiento y cuando supo que fue usada para promover esta práctica comenzó una larga campaña para revertir la decisión judicial.
Según informó la revista Insight, Sandra explicará ante la Suprema que los hechos sobre los cuales se legalizó el aborto se basaron en mentiras orquestadas por Pitts.