LIMA,
El Obispo de la diócesis andina de Cajamarca, Mons. José Carmelo Martínez Lázaro, hizo un llamado al diálogo y a reconciliar ecología y desarrollo en circunstancias en que la región es escenario de protestas campesinas que exigen la paralización de las actividades de una de las compañías mineras más grandes del país.
Al hacer un repaso de la doctrina de la Iglesia sobre ecología, el Prelado constata en una carta que "hay una dialéctica tensa entre el progreso y el bienestar ecológico". Sin embargo, asegura, "una realidad no debe negar a la otra, al contrario son dos realidades que han de complementarse mutuamente".
Asimismo pide no politizar la ecología pues se trata de un asunto moral y no político: "No se puede excluir una actividad humana simplemente porque contamina. Deberíamos en ese caso excluir el transporte, eventualmente riesgoso, o las basuras provocadas por los mismos hombres o productos industriales. Conciencia ecológica es principalmente una cuestión moral. Cuestión moral y no política, que no se debe usar como un medio de manipulación, ni menos como óbice a un sano y sostenido desarrollo".
Sacerdocio y política
Refiriéndose, aunque sin mencionarlo expresamente, a la participación de uno de los sacerdotes de su diócesis, el Padre Marco Arana, quien a través de una ONG ha alentado el levantamiento de los campesinos contra las actividades de la compañía minera y que cobró la vida de una persona, Mons. Martínez recuerda que la preocupación social de la Iglesia está marcada por la presencia de un contenido trascendente y que los sacerdotes deben dedicarse a las tareas a las que "se comprometieron a ofrecer su vida en el día de su ordenación".