HELSINKI,
Ser es mejor que tener, toda persona debe ser tratada con respeto, y la comunicación debe tener como fin el bien común. Estos son los tres principios éticos que según Mons. John Patrick Foley, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, deben considerar los publicistas del mundo.
En su saludo a los participantes del Congreso Internacional de la Federación Mundial de Publicistas que se celebra en esta capital finlandesa, Mons. Foley consideró que en las últimas dos décadas, se ha apreciado "un deterioro moral en la calidad de muchos anuncios". De allí la necesidad de una publicidad "honesta y ética responsable", como se afirma en el documento del dicasterio vaticano "Ética en la publicidad", añadió.
Entre los mayores riesgos de los anuncios, advirtió el Prelado, figura la sugerencia de que "la posesión de cualquier bien le permite a una persona ser mejor que otra", ya que "nuestra dignidad no depende del auto que manejamos". "Toda persona debe ser tratada con respeto", añade el Arzobispo al referirse a la mujer cuando es tomada como "símbolo sexual".
El Presidente del dicasterio vaticano hizo un llamado para que en las campañas electorales los publicistas se conduzcan con lealtad "para informar a los ciudadanos sobre los candidatos y sus programas" y contribuyan a "un diálogo inteligente en la sociedad".
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