Nápoles,
El Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, invitó en el transcurso de la ceremonia de licuefacción de la sangre de San Genaro en la catedral napolitana, a rezar por el Papa "objeto en estos días de malas y malvadas interpretaciones".
El milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro se repitió este martes en pocos minutos, lo que, según la tradición, es señal de buenas noticias para los napolitanos.
El anunció llegó por el arzobispo de la ciudad, que celebraba por primera vez la ceremonia y que después de la lectura del Evangelio, a las 9:20 horas, exclamó que la sangre del santo se había comenzado a hacer líquida.
A las 9:35, como pide la tradición, el responsable de la capilla del tesoro anunciaba, asomando un pañuelo blanco que la sangre de San Genaro, que se había puesto completamente líquida.
El anuncio fue acogido con aplausos y gritos de alegría de los napolitanos, que siguieron el acto en la catedral local, donde se montaron en las naves laterales dos pantallas gigantes para que todos pudieran seguir el milagro.
La licuefacción de la sangre de San Genaro, patrón de Nápoles, se celebra en el día del aniversario del martirio al santo, que tuvo lugar en el 305 d.C. en la solfatara del Vesuvio, en la localidad de Pozzuoli, durante la persecución del emperador romano Diocleciano.