ROMA,
El Papa Benedicto XVI se despidió hoy de Baviera (sur de Alemania) con un discurso de agradecimiento a las personas que han organizado el viaje y con una referencia al problema del trabajo.
"La Iglesia ha buscado siempre en la Palabra de Dios las respuestas a los desafíos emergentes durante la historia. En particular, también los problemas de la llamada 'cuestión obrera' sobre todo a partir de la segunda mitad del Siglo XIX", comentó el Papa, al hacer referencia a que hoy se cumple el 25 aniversario de la publicación de la Encíclica sobre el trabajo Laborem exercens, de Juan Pablo II.
Benedicto XVI recordó que en la encíclica "el trabajo es un bien para el hombre" y el "hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a sus propias necesidades sino que también se realiza como hombre, y de alguna manera, se hace más hombre".
"Este texto lleno de valor profético quiero reenviarlo a los ciudadanos de mi Patria, seguro que de su aplicación concreta pueden derivar grandes ventajas para la actual situación social de Alemania", agregó el Pontífice.
El Papa agradeció en su discurso a todas las personas que han trabajado para organizar su viaje y destacó "las emociones suscitadas por el entusiasmo y la intensidad religiosa de las amplias multitudes de fieles devotamente recogidas para escuchar la Palabra de Dios".
"Han sido días intensos, donde he podido revivir tantos recuerdos y eventos del pasado que han marcado mi existencia. En todos los lugares he recibido una acogida plena de premuras y de atenciones, que me han tocado íntimamente", añadió Benedicto XVI.