RATISBONA,
La Universidad de Ratisbona exhibe como es usual, la relación de ponencias programadas para el año 2006. En la lista aparece con orgullo la conferencia que dictará su ex catedrático y ahora profesor honorario, el Papa Benedicto XVI, como parte de su visita a Baviera.
Entre 1969 y 1977 Joseph Ratzinger fue profesor de dogmática e historia del dogma en la Universidad de Ratisbona. Luego de muchos años, ofrecerá nuevamente una conferencia, esta vez sobre el aporte de la teología católica al mundo de la ciencia.
El organizador de la visita del Papa a la universidad es Jörg Wiesner. "Todos los arreglos ya han sido previstos", señaló Wiesner, quien conoció al Papa en sus épocas de profesor. Aunque se confiesa protestante, asegura que admira a Benedicto XVI desde sus épocas de Pro-rector, especialmente por su "modo sencillo y calmo" y por la "racionalidad con la que llega siempre a un resultado y conclusión".
Por su parte, el profesor de teología P. Wolfgang Beinert, quien trabajó como asistente de Ratzinger en la Universidad de Ratisbona, y posteriormente asumiera la cátedra de dogmática, conoce al Papa inclusive desde su tiempo en Tübingen. "Recibí de él mi habilitación, y concelebraba todas las mañanas con él en la residencia de los estudiantes", recuerda.
También conoce al Papa por su brillante espíritu. "Las aulas de sus clases estaban siempre repletas –recuerda el sacerdote hoy a sus 73 años– y a pesar de ello siempre se dedicó intensivamente a todos los diplomados del mundo entero que asumía como asesor. Cuando enfrentaban fases de depresión, los ayudaba a superarla animándolos y consolándolos, pues una vez que asumía a alguien se preocupaba inclusive por el desempeño académico posterior de esa persona. Hasta hoy el Papa se encuentra una vez al año con sus antiguos alumnos".
Otro de los antiguos colegas del Papa es el Profesor Dieter Heinrich, quien fuera Rector de la universidad el último año que Benedicto XVI trabajó en ella, ocupando la vice-rectoría. Heinrich recuerda sus conversaciones con el Profesor Ratzinger con gran exactitud. Recuerda que si bien el Santo Padre no era de hablar mucho, cuando tomaba la palabra, acababa las discusiones llevándolas hasta buen puerto. "Tiene la capacidad de ir al meollo de los asuntos de manera precisa".