RATISBONA,
Hoy la población de Ratisbona se multiplicará de 150 mil a medio millón de habitantes por la visita del Papa Benedicto XVI a esta ciudad alemana.
La autopista A3 será clausurada por 18 horas, fábricas enteras como la BMW detendrán su producción y las vacaciones escolares se prolongarán un día, algo sin precedentes en estas tierras.
Nunca antes la ciudad ha tenido la experiencia de organizar un evento de tales magnitudes, y el Obispado tampoco tiene una idea clara de su impacto financiero.
Cuando se decidió que la Misa multitudinaria sería en el campo de Islinger, todos se preguntaban cómo se iría a resolver el caos del tránsito. El estado de Baviera aceptó clausurar temporalmente la autopista A3 para utilizarla como estacionamiento.
Para el organizador de la Misa papal, Peter Kittel, la dirección del tránsito representa el mayor desafío. "Cuando uno se pone a pensar que llegarán el doble del número de habitantes de Ratisbona, se puede uno imaginar lo que eso representa para toda la región", señaló Kittel con preocupación, por lo que están aconsejando a todos los peregrinos que traten de llegar a la ciudad antes de la medianoche del día anterior. Si llegaran más tarde, nada puede garantizarse.
Otro problema singular es la ubicación del estacionamiento. La mayor parte de las áreas de estacionamiento se encuentran al sur de Ratisbona, y la mayor parte de peregrinos llegarán del nor-oeste, por lo que se intentará dirigir el tránsito a través de calles menores y de los alrededores hasta los lugares de estacionamiento.