MUNICH,
“¡Por favor, vayan con sus hijos a la iglesia y participen en la celebración de la Eucaristía dominical!”, con estas palabras, el Papa Benedicto XVI hizo un intenso llamado a los padres alemanes –y a través de ellos, a los de todo el mundo- para que hagan de Dios el centro de la vida familiar.
Esta tarde, como parte de su viaje a Baviera, el Papa rezó las Vísperas en la Catedral de Munich con los jóvenes, familias, catequistas, profesores de religión y niños que se preparan para la Primera Comunión.
Al presidir la oración, el Santo Padre dedicó algunas reflexiones a los padres de familia y les aseguró que si van a Misa cada domingo, descubrirán “que no es un tiempo perdido” sino “lo que puede mantener a su familia verdaderamente unida y centrada”.
“El Domingo se hace más hermoso, la semana se hace más hermosa, cuando van a Misa dominical juntos”, indicó.
Además, les pidió “por favor”, rezar “juntos en casa también: en las comidas y antes de acostarse. La oración no sólo nos acerca a Dios sino que también nos acerca los unos a los otros. Es una fuente poderosa de paz y alegría. La vida familiar se vuelve más alegre y expansiva cuando Dios está allí y su cercanía se experimenta en la oración”.
“¡Queridos padres! Les pido que ayuden a sus hijos a crecer en la fe, les pido que los acompañen en su peregrinaje hacia la Santa Comunión, en su viaje hacia Jesús y con Jesús”, exclamó.