LA HABANA,
"¡Cómo pasa el tiempo!", exclamó el Obispo de Pinar del Río, Mons. José Siro González Bacallao, al recordar el desalojo que sufrió hace un año la Biblioteca Diocesana por parte de autoridades gubernamentales, quienes a pesar del tiempo transcurrido, siguen sin cumplir la promesa de darle un nuevo local.
"¡Cómo pasa el tiempo! Pronto se cumplirá un año de aquel infame e inaudito desalojo, que no tiene otro nombre, y la Diócesis continúa sin local para su biblioteca, los libros dispersos en varias casas de fieles que soportan con paciencia y delicadeza lo inoportuno de aquellos estantes y libros en sus pequeñas salas hogareñas", denunció el Prelado en un artículo publicado en la revista Vitral.
La historia de la biblioteca Padre Jaime se remonta a cuando estuvo ubicada en el antiguo local de la capilla del Colegio de los Padres Escolapios, usurpado por el Gobierno luego del triunfo de la revolución comunista. Esta biblioteca prestó durante años "servicios de orden pastoral, social y educativo", mientras que el local del antiguo colegio "se iba deteriorando rápidamente" por descuido de los mismos que lo confiscaron.
Tiempo después, "acudimos a las autoridades que dijeron que se pretendía hacer una gran reparación (en el antiguo local), pero eso no tocaba a nuestra parte". Sin embargo, indicó el Obispo, "aumentaron las filtraciones y goteras y un 'nefasto día' comprobamos que habían abierto boquetes en el techo de la biblioteca, sin avisarnos nada y con la única intención, sin dudas malévola, de obligarnos a abandonar el lugar".
Luego del desalojo, un representante del Estado prometió que les avisarían de alguna casa" para ser adaptada "hasta que se concluyeran las obras y volviéramos a nuestro local", explicó el Prelado, cosa que no se ha cumplido hasta el día de hoy.
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