BUENOS AIRES,
El Obispo de Zárate-Campana, Mons. Oscar Sarlinga, precisó que en el debate sobre el aborto no se puede descalificar como "religiosa" la postura de quienes defienden la vida y recordó que ésta es una misión de humanidad.
El Obispo ofreció a los feligreses algunas consideraciones ante la polémica por dos jóvenes discapacitadas violadas que fueron sometidas a un aborto en Argentina. "Lo ocurrido a estas personas sufrientes que requieren de toda nuestra empatía y compasión, relanzó con fuerza, por decirlo así, en cierta opinión pública la cuestión del aborto, no ya con relación a una violación, sino en general, y en especial con vistas a su posible despenalización", advirtió.
"Estas consideraciones no forman parte sólo de la doctrina y la moral católicas, sino que se integran en un sentido común humanista. No se trata evidentemente de fanatismo alguno ni tiene que ver exclusivamente con las convicciones religiosas, católicas o no, sino que es una obligación de conciencia para todos los que creen en el derecho a la vida y en la dignidad del ser humano", manifestó.
En este sentido, recordó que "el drama del aborto tiene horizontes más amplios, algunos de los cuales prácticamente inconsiderados" y aclaró que "la valoración negativa del aborto procurado puede hacerse desde el cristianismo, desde otras religiones, o desde una conciencia no-creyente pero con bases humanistas y humanitarias".
La diferencia, explicó, es que "la fe cristiana nos da una luz especial para ver lo esencial de la defensa de la vida".
Mons. Sarlinga denunció que muchas veces se quiere descalificar la opinión de los católicos, reduciendo su postura a una cuestión religiosa, cuando "el tema que nos ocupa es profundamente humano, antropológico".