El Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, promulgó una polémica ley que obliga a todas las organizaciones que reciben algún tipo de financiamiento estatal a permitir las conductas homosexuales en sus instalaciones. La medida no exceptúa a las entidades religiosas ni a los empresarios con estas convicciones.
La nueva norma amenaza con retirar los fondos a aquellos negocios y organizaciones que no promuevan las expresiones de homosexualidad, bisexualidad y transexualidad.
De esta manera, un centro de estudio de carácter religioso no podrá recibir asistencia financiera para sus estudiantes si es que desea mantener un código de conducta estudiantil que prevenga las actitudes inmorales según sus convicciones religiosas.
Para Karen England, directora ejecutiva del Capitol Resource Institute, la medida es "un asalto contra la libertad religiosa en California". "Esta ley es otro intento de evitar que los ciudadanos con principios morales y religiosos expresen sus creencias y eduquen a sus hijos según esas creencias", sostuvo England.
Otra vocera de esta entidad, Meredith Turney, consideró que es una "mala política pública agregar una conducta sexual a la lista de protecciones legales. Equiparar la preferencia sexual con las inmutables características de edad, origen nacional o raza, resultará en otras variables de conducta añadidas a la lista de grupos de derechos protegidos".
Para la organización Campaign for Children and Families (CCF), la medida terminará obligando a las entidades religiosas a rechazar a los alumnos con becas del estado o abandonar sus estándares de conducta.