VIENA,
El Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, señaló la "necesidad de diferenciar entre lo verdaderamente científico que la teoría evolucionista de Darwin pueda tener, y las aproximaciones y elementos ideológicos, enemigos de lo científico".
Durante su conferencia en los Diálogos Tecnológicos de Alpberg, el Cardenal vienés denunció que el "evolucionismo ideológico fue la trama científica tanto del comunismo como del nacionalsocialismo" y favorecería actualmente la "economía social-darwinista que justifica la guerra sin cuartel por la existencia".
El Purpurado, refiriéndose a la situación del debate en los Estados Unidos, señaló que la crítica objetiva a los aspectos ideológicos del darwinismo deberían ser permitidos, "no es comprensible la razón por la que se prohíbe la pregunta sobre de Dios en las clases de Ciencias en las escuelas, y por el contrario no se cuestione nunca la enseñanza del materialismo propio de la teoría de Darwin. Lo que es necesario es discutir con amplia libertad las preguntas abiertas respecto a la teoría de la evolución".
En la comunidad científica sin embargo, "se bloquea de antemano toda consulta o cuestionamiento respecto a los puntos científicamente débiles de la teoría evolucionista. Así, se da aquí esa especie de censura, de la que en el pasado precisamente acusaban a la Iglesia", afirmó el Cardenal.
La cuestión decisiva, según opinión el Arzobispo, no está en el campo de las ciencias naturales o de la teología, sino mas bien en el de la filosofía de la naturaleza, por lo que debería iluminarse más el contexto filosófico.
El Cardenal Schönborn señaló también que en los últimos meses se ha buscado caricaturizar y reducir la cuestión a una simple discusión entre evolucionistas y creacionistas. La postura "creacionista" se basa en una interpretación bíblica que la Iglesia no comparte, pues la primera página de la Biblia no es un tratado cosmológico sobre la constitución del universo en seis días solares.