BUENOS AIRES,
La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que se encuentra actualmente reunida emitió hoy una declaración en la que recuerda que el tema del aborto es una "cuestión de vida o muerte" que "involucra a todos los ciudadanos de cualquier credo o condición social".
Luego de explicar que lo que mueve a los obispos a luchar por la vida y a evitar la despenalización del aborto en el país es el "profundo amor de Dios por todos nosotros" y el "deseo de valorar cada una de las vidas que se engendran y que ya son un ser constituido en el vientre de la madre", los prelados advierten que "se acepta y valora el trabajo de la Iglesia en favor de los pobres, pero se nos descalifica cuando defendemos el derecho a la vida". "¿Qué nos pasa como sociedad?", cuestionan.
El mensaje aparece cuando en Argentina hubo ya dos intentos de hacer abortar a discapacitadas que resultaron embarazadas. En el primer caso el aborto no se realizó. En el segundo caso una acción de amparo impidió la realización del mismo, hasta el día de ayer en que ha sido rechazada y permitiría así que se efectúe el procedimiento quirúrgico anti-vida.
Después de precisar que "la Ley de Dios y el sentido común nos han enseñado que la vida es un gran bien que debemos preservar desde el momento que comienza", los obispos denuncian, al comentar la película sobre el aborto "El grito silencioso", que "la técnica nos permite apreciar que no hay ninguna diferencia entre destrozar el cráneo de esa pequeña criatura ya gestada o cometer el homicidio de un niño que camina por la calle".
"En nuestros días –prosigue el texto– se ha reavivado la polémica sobre la despenalización del aborto con motivo de situaciones muy dolorosas que afectan la vida de una joven discapacitada y de un ser inocente por nacer. Lo trágico de esta situación no puede hacernos olvidar que podemos asesinar a un inocente".
"¿Cuál será la opción de los argentinos? Cada uno en su conciencia debe discernir si quiere una sociedad que respete la vida de todos los seres engendrados. Los que creemos en Dios debemos darle ante todo a Él la propia respuesta", anotan los obispos.