MADRID,
Según el ex embajador español ante la Santa Sede, Carlos Abella, “las relaciones entre España y el Vaticano son muy poco satisfactorias” debido a temas como la legislación del “matrimonio” homosexual, la enseñanza de Religión en las escuelas estatales y la presencia de los símbolos religiosos en los hospitales.
“En el momento en que el Estado español y la Santa Sede tienen los mismos sujetos por súbditos –en el primer caso por el derecho positivo y en el segundo, de carácter espiritual–, si el Estado crea leyes que distorsionan a esos sujetos y maltratan el alma, la Santa Sede se molesta. Es normal”, señaló Abella quien participó días atrás en unos cursos de verano en la localidad asturiana de La Granda.
Al referirse a la controvertida ley de los “matrimonios” homosexuales, el diplomático dijo que la Santa Sede no critica las uniones entre personas del mismo sexo pero que “sí se opone a que se llamen ‘matrimonios’, y de hecho el matrimonio como unión entre hombre y mujer es una situación muy anterior a la presencia de Cristo en la Tierra”.
Respecto a la enseñanza de la Religión en los colegios y la presencia de símbolos religiosos en centros públicos, el ex embajador declaró que “los derechos de las minorías hay que respetarlos, pero las mayorías también tienen sus derechos. Retirar los símbolos religiosos de las escuelas o de los hospitales significa molestar a quienes participan de una creencia mayoritaria en el país».
UE ideologizada
Abella también lanzó duras críticas contra la Unión Europea al decir que “nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino a los europeos”. A su juicio, la UE “se olvida de las raíces cristianas y nos presenta una ideología que no tiene nada que ver con los países europeos, se ataca la parte espiritual del hombre”