LA HABANA,
El Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, presidió una Misa por el descanso de Gustavo Arcos Bergnes, líder disidente y cofundador del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, recientemente fallecido.
La Eucaristía se realizó en la iglesia Sagrado Corazón del barrio El Vedado, y asistieron la esposa, Teresa Rodríguez, así como activistas de las Damas de Blanco, y líderes disidentes como el Presidente del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, entre otros.
Payá, ganador del Premio Sajarov 2002, afirmó que Arcos "era un hombre a quien nunca le vi miedo". Señaló que "toda su vida entregada por la libertad a su pueblo, todos las humillaciones y sacrificio no caen en balde, y estoy seguro de que Cuba se verá libre y reconciliada como él quiso".
Por su parte, Laura Pollán, miembro de las Damas de Blanco, dijo que Arcos Bergnes "venía siendo como nuestra primera piedra en lo que es la construcción de una nueva sociedad para Cuba".
Gustavo Arcos Bergnes nació en 1926 en Caibarién, antigua provincia de Las Villas. Tras el golpe militar de Fulgencio Batista de 1952, se unió con sus hermanos al Partido Ortodoxo. Participó en el asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba junto a Fidel Castro.
Fue liberado por la amnistía general de 1955 y exiliado a México. Regresó a Cuba en 1959 luego del triunfo militar de Castro. Fue nombrado embajador en Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo, pero renunció en 1964 por sus discrepancias con el rumbo marxista del régimen.