BUENOS AIRES,
La historia se repite. Un bebé de 15 semanas de gestación podría ser abortado si los médicos de un hospital de Mendoza deciden aceptar el pedido de otra familia argentina que alega que su hija discapacitada de 25 años de edad resultó embarazada en una violación.
Ante esta situación, el Arzobispado de Mendoza recordó que el derecho a la vida está siempre por encima de cualquier circunstancia que se presente y reiteró que la Iglesia comprende a las personas que sufren injustamente por hechos delictivos, pero "nunca avala que una injusticia sea solucionada con otra".
El Comité de Bioética del Hospital Militar de la capital de la Provincia de Mendoza deberá decidir si acepta o rechaza el pedido de aborto.
"La defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural es incondicional e independiente de las condiciones de salud de las personas" y la Iglesia Católica la sustenta no solo por convicciones religiosas sino también por la luz natural de la razón, indicó el Arzobispado.
El Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, conocido por su abierto apoyo al aborto, ha pedido al Poder Judicial que no intervenga en el caso.
El pasado 2 de agosto, médicos de un hospital de La Plata rechazaron realizar un aborto a una joven discapacitada y presuntamente violada debido a su avanzado estado de gestación, pese a un fallo de la Corte Suprema de Buenos Aires que autorizó la práctica del mismo.