LIMA,
Durante un congreso organizado por la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Perú (CONFER), rama local de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), se lanzó en Lima un duro ataque contra los nuevos carismas, espiritualidades y movimientos, en el marco de un Seminario Teológico convocado en la capital peruana sin la debida autorización de la autoridad eclesial local.
El Seminario, titulado “La vida religiosa en perspectiva del Reino”, comenzó este lunes 14 de agosto en el Colegio de Jesús con la participación del hoy sacerdote dominico Gustavo Gutiérrez Merino, impulsor de la vertiente marxista de la teología de la liberación; el marianista español José María Arnaiz –autor de la controvertida conferencia “La Iglesia a ti confiada. El legado y la propuesta de Benedicto XVI”, en la que pretende dictar una agenda al pontificado–; y el sacerdote benedictino Simón Pedro Arnold, dirigente del “Instituto de Estudios Aymaras”.
Durante su conferencia, el P. Arnold, promotor de lo que él mismo llama la “re-fundación de la vida monástica” e incluso la “re-fundación de la Iglesia”, pues según sostiene "se siente cada vez más el disfuncionamiento, el impasse y hasta el escándalo histórico de prácticas institucionales a todos los niveles del cuerpo visible de la Iglesia", criticó duramente a todos los nuevos movimientos y asociaciones eclesiales, así como a la Prelatura del Opus Dei, y calificó de "distorsionante y errada" la alternativa que estos proponen a la vida de la Iglesia.
Como respuesta a la crisis de la vida religiosa, el benedictino propuso “una re-fundación de las congregaciones religiosas desde una teología de la liberación renovada” que incorpore otros temas actuales "como la ecología".
De otro lado, y ante un auditorio compuesto casi totalmente de religiosas, novicias y agentes pastorales femeninas, el P. Arnaiz abundó en la misma línea que el religioso benedictino. Y aunque expresó su “admiración por la vitalidad” de los movimientos eclesiales, insistió en que la “concepción cultural” que estos expresan “no constituye la respuesta a la necesidades de hoy”.
En su opinión, la llamada "re-fundación de la vida religiosa" es “la alternativa” ante las exigencias de la Iglesia frente al mundo de hoy. La tarea es buscar "re-fundadores" que realicen la tarea.