LIMA,
El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, recordó que la Iglesia tiene un compromiso con la verdad auténtica, aunque le lluevan las críticas, y aclaró que cuando un obispo habla no lo debe hacer a título personal, sino en nombre de Cristo.
En los últimos días, el Purpurado fue el blanco de muchos ataques debido a que en último Te Deum por Fiestas Patrias reiteró su preocupación por el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que, paradójicamente, difama la actuación pastoral de la Iglesia Católica en Ayacucho, Apurímac y Huancavelica durante los años de violencia terrorista.
Durante su programa radial Diálogo de Fe, el Purpurado explicó que “la Iglesia tiene que esforzarse por educar en el respeto a la verdad, porque de esa verdad y esa libertad sí surge la esperanza. Pero cuando el mentiroso, el parlanchín o el que tiene más amigos tiene éxito, uno se desanima porque se pregunta de qué vale la pena portarse bien si uno acaba mal, más vale la pena ser un vivo y engañar para tener éxito”.
Asimismo, expresó que no es verdad que cada obispo ofrece una opinión personal distinta a la “opinión” de la Iglesia. Cada uno de los obispos ejerce en nombre de Cristo como sucesor de los apóstoles, y ahí radica la prudencia y responsabilidad de cada pastor pues sabe que habla en nombre del Señor, indicó.
“Valoremos la verdad, respetemos las honras, terminemos con venganzas y persecuciones que han sido hechas por motivos políticos, dejemos al sistema judicial que actúe dentro de sus normas, pero no hagamos instancias en donde se abusa en forma de ideología”, aclaró.
“No se puede seguir usando esa expresión: ‘a título personal, no de la Iglesia’. Esto confunde mucho a la gente, por eso toda palabra que diga un obispo de alguna manera está hablando con la doctrina de la Iglesia, y si no es así, entonces es un hereje o un apóstata, ha abandonado la doctrina o está enseñando falsedades”, agregó.