BUENOS AIRES,
El bebé argentino que esta semana salvó de morir abortado, no será entregado en adopción. Su abuela –la misma que pidió la autorización de aborto para su hija discapacitada, embarazada por una supuesta violación-, confesó que lo criará.
La mujer, identificada como Vicenta, aceptó la decisión de los médicos del Hospital San Martín, que se negaron a practicar el aborto autorizado por la Suprema Corte de Buenos Aires, debido al avanzado estado de gestación de su hija.
Fuentes gubernamentales citadas por el diario La Nación revelaron que "el pedido de la mujer por el aborto se basó, más que nada, en que no sabía qué pasaría con el bebé teniendo en cuenta que su hija no tiene posibilidades de trabajar ni sostener al pequeño".
Paradójicamente, el debate en los medios no presentó el caso como un problema económico, sino que buscó convencer a la opinión pública de que el aborto “solucionaría” la presunta violación sexual.
En las últimas semanas varias personas, incluyendo un conocido empresario, ofrecieron adoptar al bebé para evitar que sea abortado. Sin embargo, el caso judicial siguió adelante y terminó con la autorización del aborto.
Tras la negativa de los médicos al aborto, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, dispuso que se le otorgue un subsidio a la familia y que sean atendidas todas las necesidades médicas, económicas y de contención.