MADRID,
Respecto a la reciente visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad de Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), el Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández, publicó un comentario sobre el encuentro entre el Santo Padre y el Presidente Zapatero.
Mons. Fernández señala que se trató de un "encuentro sosegado, que ambos calificaron de respetuoso y cordial por ambas partes, en una Jornada memorable para la Iglesia universal, para España, para Valencia. El Papa llegaba a España para presidir el V Encuentro Mundial de las Familias, no habían venido a Valencia por turismo, sino para decir al mundo entero lo bonita que es la familia según el proyecto de Dios".
El Prelado consideró que, sin embargo, el encuentro entre el Papa y Zapatero tenía "discrepancias de fondo, que sólo pueden afrontarse con un profundo respeto mutuo y con la propuesta firme de las propias convicciones".
Mons. Fernández resaltó que "el Papa y la doctrina de la Iglesia invitan a los católicos a vivir el matrimonio según el proyecto de Dios: un varón y una mujer, establemente comprometidos y bendecidos por Dios en su amor humano, abiertos generosamente a la vida. Y la Iglesia invita a los creyentes a llevar su concepción del matrimonio a la vida pública y al Parlamento; mientras que Zapatero desde su ideología laicista, prescinde de Dios y plantea las cosas como si Dios no existiera, y así, prefiere que la fe sea un asunto privado, sin incidencia en la vida social. Profunda discrepancia que se resuelve en el mutuo respeto, a pesar del choque frontal de ambas concepciones", explicó.
Por otro lado, recordó que "el Estado está al servicio de la sociedad, según el principio de libertad religiosa. La familia es el primer bien social que hay que tutelar y promocionar. La Iglesia no quiere imponer nada a nadie, y menos aún a quienes entienden las cosas de otra manera".
"Cuando desde los medios del Estado -continuó- no se respeta el concepto de familia que tiene un grupo numeroso de ciudadanos, se están violentando los fundamentos de la convivencia social y se está recortando la libertad propia de un país moderno y libre. Cuando desde tales medios se ridiculiza o se obstaculiza la propuesta cristiana, se está faltando al mínimo respeto, que unos y otros reclaman para sí".