VATICANO,
El Arzobispo Giovanni Lajolo, Secretario Vaticano para las Relaciones con los Estados, exhortó a defender la vida y la libertad religiosa, durante su intervención el día de ayer en la primera sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que se reúne en Ginebra.
Al referirse al más fundamental de los derechos, Mons. Lajolo precisó que “jamás un gobierno, un grupo o un individuo se pueden arrogar el derecho a decidir sobre la vida de un ser humano como si no fuera una persona, rebajándolo a la condición de objeto para servir a otros fines, aun cuando fueran grandes y nobles”.
Seguidamente se refirió a “los derechos a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa” que corresponden a la “dimensión interior y trascendente” del hombre “que es parte integrante de su mismo ser. Negar esta dimensión es atentar gravemente contra la dignidad humana".
El Secretario para las Relaciones con los Estados resaltó que “la libertad religiosa se debe insertar armoniosamente en el contexto de todas las libertades humanas. No puede transformarse en arbitraria, sino que debe desarrollarse armoniosamente, en particular, respetando la libertad religiosa de los demás, en el marco de las leyes válidas para todos”.
Asimismo indicó que "el nuevo Consejo de Derechos Humanos constituye una etapa importante de la batalla para poner al ser humano en el centro de toda actividad política, nacional e internacional" y afirmó que la situación de estos derechos en el mundo es preocupante porque en muchos países “son gravemente violados”.
Luego añadió que existen gobiernos que siguen pensando que “el poder determina, en último término, el contenido de los derechos humanos y en consecuencia, se creen autorizados para recurrir a prácticas aberrantes”. “Todos los Estados miembros del Consejo deberían asumir individual y colectivamente la responsabilidad de la defensa y promoción de estos derechos", exhortó.