VALENCIA,
El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, recordó que pese a las dificultades que siempre ha existido en la educación, los padres de familia "siempre serán los primeros educadores, responsables del florecimiento completo de la dignidad de sus hijos como personas".
En su habitual carta semanal, el Prelado señaló que "teniendo en cuenta que los padres de familia son siempre insustituibles, es necesario que estos dediquen su precioso tiempo al mayor tesoro que poseen: sus propios hijos".
"La familia, primera comunidad educadora, necesita la ayuda de otros educadores, comenzando por la escuela y la comunidad parroquial, pero abarcando también todos los ámbitos de la cultura, de la sanidad o del bienestar social", anotó.
Mons. García-Gasco advirtió que en ocasiones hay padres y madres que parecen sentirse impotentes para educar a sus hijos frente a los continuos mensajes de gran impacto que llegan a través de los amigos, la televisión o una determinada cultura que impulsa el egoísmo y el consumo absurdo.
Agregó que "la tarea de educar nos incumbe a todos, ya que todos somos educadores de los demás y podemos advertir los signos negativos o positivos que se plantean en cada sector de la educación".
El Arzobispo de Valencia recordó que para quien asume el amor como norma de vida, la voluntad de Dios ya no es algo extraño que los mandamientos le imponen desde fuera, sino más bien la libertad que lleva a la verdadera alegría."Es posible amar al prójimo por la presencia íntima del amor de Dios, que nos permite amar también a la persona que no nos agrada o apenas conocemos", anotó.