VATICANO,
Durante la Vigilia de Pentecostés celebrada esta tarde en una Plaza de San Pedro llena de colorido y colmada de peregrinos, el Papa Benedicto XVI dijo a los Movimientos Eclesiales y las Nuevas Comunidades que el Espíritu Santo es un don para la vida, la libertad y la unidad auténticas.
Luego de un programa previo de animación que dispuso espiritualmente a los miles de presentes, el Santo Padre presidió la liturgia solemne de las Vísperas en la que señaló que “Pentecostés es esto: Jesús, y por El Dios mismo, viene a nosotros y nos lleva dentro de sí”.
En su alocución, el Pontífice destacó que “el Espíritu Santo, a través del cual Dios viene a nosotros, nos trae la vida y libertad”. Desarrollando el tema de la vida auténtica, el Papa dijo creer que “la gran mayoría de personas tiene el mismo concepto de vida del hijo prodigo en el Evangelio. El había pedido su patrimonio y ahora se sentía libre, podía finalmente vivir sin el peso de los deberes de casa, quería solamente vivir. Tener de la vida todo aquello que esta puede ofrecer. Gozar plenamente, vivir, solo vivir, estar en la abundancia de la vida y no perder nada de aquello que de precioso puede ofrecer”.
Sin embargo, prosiguió, “la vida se encuentra solo donándola”.
Al respecto, el Papa señaló que los movimientos “han nacido justamente de la sed de la vida verdadera. Son movimientos para la vida bajo todo aspecto. Si queremos proteger la vida entonces tenemos sobre todo reencontrar la fuente de la vida”.
Movimientos: Escuelas de auténtica libertad