VATICANO,
Más de 40 mil fieles participaron el día de hoy en la Audiencia General en la que el Papa Benedicto XVI, recordando su viaje apostólico a Polonia, destacó la importancia de la Cruz de Cristo ante situaciones de dolor como la de Auschwitz.
Al iniciar la catequesis, el Santo Padre dijo: “Mi peregrinaje inició en el signo del sacerdocio” tras recordar la cita “reservada a los sacerdotes en el mismo día en que se celebraba el 50° aniversario de ordenación sacerdotal del Cardenal Glemp, Pastor de aquella arquidiócesis”.
Asimismo contó que “en el programa no podía faltar la visita a los santuarios que han marcado la vida del sacerdote y Obispo Karol Wojtyla” y recordó haber “propuesto la fe como una aproximación fundamental del espíritu, que involucra la entera persona: pensamientos, afectos, intenciones, relaciones, corporeidad, actividad, trabajo cotidiano”.
Hizo referencia también a su visita a Wadowice, visita que le ofreció “la oportunidad de agradecer al Señor por el don de este infatigable servidor del Evangelio. Las raíces de su fe robusta, de su humanidad tan sensible y abierta, de su amor por la belleza y la verdad, de su devoción a la Virgen, de su amor por la Iglesia y sobre todo de su vocación a la santidad” fueron recibidas por el joven Wojtyla en su ciudad natal.
Especiales palabras dedicó al recuerdo el “encuentro con los jóvenes” con quienes se detuvo a “meditar sobre la parábola evangélica de la casa construida sobre la roca”.
“Aproveché la situación –continuó– para renovar en medio del pueblo polaco el anuncio estupendo de la verdad cristiana sobre el hombre, creado y redimido en Cristo”.