VARSOVIA,
Ante cientos de miles de personas que desafiaron el frío y la intensa lluvia esta mañana en la capital polaca, el Papa Benedicto XVI denunció el relativismo imperante en estos tiempos y los intentos de “falsificar la palabra de Cristo y erradicar del Evangelio la verdad, demasiado incómoda para el hombre moderno”.
Así lo señaló el Santo Padre durante la Misa que presidió esta mañana en la plaza “Jozef Pilsudki”, de Varsovia, concluyendo de esta manera su estadía en la capital polaca, primera etapa de la visita que realiza a Polonia.
“Como en los siglos pasados, también hoy hay personas o instituciones que haciendo caso omiso de la tradición de la Iglesia pretenden falsificar la palabra de Cristo y erradicar del evangelio la verdad, que consideran demasiado incómoda para el hombre moderno. Se intenta dar la impresión de que todo es relativo y que la verdad de la fe depende de la situación histórica y de la valoración humana. Pero la Iglesia no puede hacer callar el Espíritu de la verdad”, dijo el Pontífice.
Durante su homilía, Benedicto XVI hizo un llamado a ir contra el “relativismo o la interpretación subjetiva y selectiva de las Sagradas Escrituras. Sólo la verdad íntegra nos puede abrir a Cristo” y exhortó a los cristianos a comparar “continuamente sus propias convicciones con el Evangelio y la Tradición de la Iglesia”.
El Pontífice recordó y exaltó la figura de su predecesor Juan Pablo II y dio inicio a su homilía con las mismas palabras que utilizó el Papa polaco hace 27 años. “Quiero expresar un canto de gratitud a la Providencia que me permite estar aquí como peregrino”, afirmó.
En su homilía, el Papa también destacó la figura del fallecido Arzobispo primado de Polonia, el Cardenal Stefan Wyszynski y recordó que Juan Pablo II, poco después de ser elegido Papa, escribió una carta al entonces Purpurado polaco en la que le decía que nunca hubiera llegado a ser Pontífice “sin la fe del primado, que no se plegó ante la prisión y el sufrimiento, y si no hubiese existido Jasna Gora”, la Virgen negra venerada por los polacos católicos.