VARSOVIA,
Al llegar hoy a Varsovia con motivo de una visita apostólica de cuatro días a Polonia, el Papa Benedicto XVI afirmó al ser recibido por miles de personas entre las que se encontraban autoridades civiles y eclesiales del país, haber llegado a la tierra de Juan Pablo II “para seguir las huellas de mi gran predecesor”.
"He venido para seguir las huellas de mi gran predecesor, el Papa Juan Pablo II", dijo el Santo Padre en un polaco muy correcto que suscitó el entusiasmo de las miles de personas que acudieron al aeropuerto internacional de Okęcie para recibirlo esta mañana.
En la ceremonia de bienvenida al Pontífice estuvieron presentes el Presidente de Polonia, Lech Kaczynski y su esposa Maria, así como el Arzobispo primado de la Iglesia en el país, Cardenal Jozef Glemp, el Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Józef Michalik, y quien fuera durante años secretario personal de Juan Pablo II, el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, entre otros.
“He venido para seguir sus huellas, para recorrer su vida, desde la infancia hasta el momento en que partió hacia aquel memorable cónclave de 1978. Me gustaría conocer a la generación de Juan Pablo II y los lugares en los que se formó para llegar a ser Sumo Pontífice”, señaló el Papa en su discurso de llegada en el que describió su viaje y las ciudades que visitará.
“El recorrido de este camino en este viaje en Polonia está marcado por los tramos de la vida y del servicio pastoral de Karol Wojtyla y del itinerario que ha recorrido el Papa peregrino en su propia patria. He querido detenerme en dos ciudades tan queridas por Juan Pablo II: la capital de Polonia, Varsovia y la sede del arzobispado, Cracovia”, explicó.
Más adelante, y ante la atenta mirada y escucha de miles de polacos, el Santo Padre indicó que visitará el santuario de Czestochowa, donde “la mirada benévola de María nos acompañará en nuestra común búsqueda de una unión profunda y fiel a Cristo, su hijo”.